jueves, 3 de mayo de 2007

Placita Olvera

Ven aquí muchacho, ven a comprar,
no tenemos oro ni plata pero es cosa original.
Ropa y comida y mucho más,
todo lo que quieres, a un precio especial.

Ven aquí muchacho, acércate al lugar,
escoje lo que te gusta, y sin miedo a mirar.
Ropa hecha a mano, de trabajo artesanal,
desde México en Los Angeles, a un precio especial.

Hey tú, ven aquí,
hey tú, mi amor
eres tú, propio tú
no puedo creer, no puedo creer.

¡Oh mi dulce amor! Qué alegría es verte aquí,
yo esperaba encontrarte y al desierto sobrevivir.
Dime que pasó y tus padres donde están,
dime del desierto y de su dificultad.

Día después día, bajo el sol y en la aridez,
agua nos faltaba, y esperanza de cruzar.
“Sigan este camino” nos dijo el padre ya,
“síganlo mis hijos”, hasta la gran ciudad.

Hey tú, ven aquí,
hey tú, mi amor
eres tú, propio tú
no puedo creer, no puedo creer.

Yo te pido que el dolor de esta vida nos ayude a entender,
entender cual es el precio de un amor,
y enseñar a los que buscan una razón,

que más grande que la muerte es el amor.

No hay comentarios: